De punta en blanco. Real Madrid

Al final, casi todos contentos. Según ha adelantado la Cadena Cope, el 'Clásico' no se jugará en lunes como se había planteado en un principio. El partido se disputará el domingo día 28, pero en lugar de las 21:00 horas como esta previsto se aplaza una hora más para jugarse a las 22:00 horas.

De este modo, los políticos quedan contentos porque los aficionados tendrán tiempo para ir a votar como para ver el partido. Vamos, que si hay baja participación el fútbol ya no podrá ser usado como excusa. El Barça también sale beneficiado porque finalmente no jugará el sábado y así podrá recuperarse del esfuerzo en Atenas del miércoles anterior.

Entonces, ¿quién es el principal perjudicado? El aficionado, por supuesto. Me imagino al padre de familia que quiere llevar a su hijo al Camp Nou para presenciar ese espectáculo. El partido empezará casi a la misma hora que el niño debería irse a la cama. Eso, por no hablar de aquel trabajador cuyo despertador comienza a sonar a horas intempestivas el mismo lunes.

LFP, clubes, operadores de televisión... no sé quién es el verdadero responsable de este despropósito, lo único claro es que los aficionados cada vez tienen más motivos para no ir a los campos de fútbol. El fútbol agoniza, luego no digan que no lo avise.

Publicado el 5 de noviembre de 2010 a las 15:15.

Olvidense, en este negocio del fútbol no mandan ni los jugadores, ni los entrenadores, ni siquiera los presidentes de los clubes. Todos ellos no son más simples actores que deben salir a escena cuando les mandan los verdaderos jefes: los propietarios de los derechos de televisión.

A mediados de la década de los '90, el fútbol español apenas tenía unos céntimos, un duro por aquel entonces, en su caja. La apertura de fronteras que supuso la 'Ley Bosman' ofrecía nuevos mercados en los que poder reforzar las plantillas sin limitaciones. Conscientes del crucial momento que se avecinaba, los operadores televisivos irrumpieron en escena para ofrecer el maná que todos estaban esperando.

Los clubes firmaban sonrientes unos contratos astronómicos que les permitían fichar al Mijatovic o Denilson de turno, sin saber que estaban vendiendo su alma al diablo. Eclipsados por los ceros de los cheques no entraron a valorar las consecuencias que podría tener ese acuerdo. De aquellos polvos vienen estos lodos.

¿A cuento de qué viene todo este rollo? Muy sencillo. Resulta que el último fin de semana de noviembre está programado el primer 'clásico' de la temporada coincidiendo con las elecciones catalanas. 'Divide y vencerás' debió pensar Montilla. Sin entrar en materia política, parece que el Barça quiere que ese partido se juegue lo más tarde posible porque el miércoles anterior viaja a Atenas para medirse al Panathinaikos. El Madrid quiere jugar el sábado.

Total, que la solución posible pasa por jugar en lunes. No se han conformado con programar partidos a horas indecentes como las diez de la noche (¿cómo van a ir los niños a los campos de fútbol?) o alejar a los seguidores de los estadios poniendo partidos los lunes por la noche; ahora quieren poner el partido con más reclamo de la Liga en un día tan atípico como el lunes. Es lo que tiene depender de unos señores que piensan más en su bolsillo (como casi todo el mundo) que en el fútbol en sí.

Publicado el 28 de octubre de 2010 a las 11:15.

El Barça ganó merecidamente en el Vicente Calderón, pero al final el resultado quedó en un segundo plano. Todo queda reducido a la lesión de Messi. El partido estaba prácticamente acabado cuando Ujfalusi fue expulsado por una dura entrada al argentino quien se marchó del campo en camilla.

Unos minutos después, Guardiola se apresuraba en rueda de prensa a pedir protección para los suyos. El entrenador del Barça ha instado a los árbitros, comités y a los que nos dedicamos a estos del periodismo que denunciásemos cosas como las que han pasado hoy. Pues bien, señor Guardiola eso mismo intentaré hacer.

Para empezar hay que poner la jugada en su contexto. El partido estaba prácticamente acabado y Messi dirige un contragolpe. Ujfalusi intenta frenarle en falta, no quiere jugar el balón, pero tiene la mala suerte de lesionarle. Repito, Ujfalusi no va al balón, pero desde luego no quiere lesionar al jugador. Si el checo quiere hacerle daño va al suelo con la plantilla por delante para contactar con toda seguridad con su tobillo, o bien va a la rodilla. Cualquiera que haya jugado al fútbol más allá de pachangas con amigos sabe de lo que estoy hablando. Para corroborar esto, invito a los culés más veteranos a que recuerden la entrada de Goikoetxea a Maradona. Eso sí es ir a dañar.

Con esto no quiero defender la lesión de un jugador, ni mucho menos. La lesión de Messi es una mala noticia no sólo para el Barça sino para todo el fútbol español que pierde a uno de sus mejores jugadores. Pero esto no quiere decir que haya que hacer pasar a Ujfalusi por el enemigo público. La lesión responde a la mala suerte y a los gajes de este deporte. 

Respecto a lo de la protección, reafirmo mi postura de semanas atrás. CR7 o Messi tienen el mismo derecho a ser 'protegidos' por un árbitro ante un jugador que no actúe con juego limpio que, por ejemplo, Pedro Munitis, un veterano que ya sabe lo que es recibir muchas patadas. Si el reglamento no establece diferencias entre unos y otros, ¿por qué deben hacerlas los árbitros? ¿es más grave la lesión de Messi que la que sufrió mi paisano César Jiménez a manos de Figo (lo pongo como ejemplo para despejar cualquier duda sobre mi afición al Madrid)?

Y un último mensaje para los medios barcelonistas. Les invito a que reflexionen sobre cuáles hubieran sido sus opiniones si el que sale hoy en camilla es Cristiano Ronaldo, un futbolista al que han vilipendiado hasta la extenuación.

Publicado el 20 de septiembre de 2010 a las 00:45.

"No podemos competir con el Real Madrid en ceros". A bote pronto, esta frase podría haber sido pronunciada por cualquier entrenador de algún recién ascendido a Primera. Pero no, no es el caso. Resulta que el autor de tal perla es Josep Guardiola.

No es la primera vez que el entrenador del Barça se refiere al poder adquisitivo del Real Madrid, veáse por ejemplo la proporción directa que estableció entre el dinero gastado por los blancos y su liderato. Este señor cuya valía como entrenador está fuera de toda duda ha querido jugar el papel de pobre para intentar trasladar la presión al 'eterno rival'. Pues bien, desmontemos esa mentira tirando de números.

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Publicado el 22 de julio de 2010 a las 08:00.

El fin de la era Laporta llegó y el Barça se prepara para la llegada de otro presidente. Los pronósticos no se equivocaron y Sandro Rosell tomará el testigo del hombre que convirtió al Barcelona en "més que un club", es decir, en un club de fútbol con claras connotaciones políticas.

Pero como agua pasada no mueve molinos, no vamos a entrar a valorar la trayectoria de Laporta, sino que es hora de centrarse en las posibilidades del nuevo presidente. En primer lugar, hay que decir que con la salida del anterior presidente, la llegada de Cesc Fábregas puede estar más lejos... o no. Laporta quería una foto con Villa y el todavía capitán del Arsenal como epílogo a su mandato. Finalmente, se quedará con las ganas, aunque tampoco hay que olvidar los lazos de Rosell con la marca Nike. Gracias a eso, Ronaldinho se vistió de azulgrana.

Más allá de los posibles fichajes de Rosell, quien ya dijo en campaña que el club tiene una deuda muy grande (si es coherente, no debería contratar a nadie más); desde la perspectiva del Madrid se abre una época un tanto dura. A Rosell se le acusa de no hablar con los entrenadores y realizar fichajes siguiendo el modelo Florentino Pérez, es decir, tirando de talonario para traer a cracks cueste lo que cueste. Por tanto, al equipo blanco le puede a salir un competidor a la hora de fichar a los 'galácticos' de turno.

En el lado opuesto hay que decir que, pese a que las relaciones entre ambos clubes eran cordiales, las personas más allegadas a Rosell pintan un perfil del nuevo presidente que huye de las declaraciones altisonantes y que no lanzará más dardos envenenados hacia el Bernabéu. Sólo el tiempo dirá si es otro actor con el mismo guión o no.

Publicado el 14 de junio de 2010 a las 14:15.

Está a punto de cumplirse un año del regreso de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid. El Barça acababa de lograr el 'triplete', pero el mandatario blanco despertó tal ilusión a su llegada que las quinielas sobre los posibles fichajes minimizaron el impacto del triunfalismo culé.

Ahora, 365 días después, el Barça no repetirá gesta, pero el Madrid no ha salido del bache. Los aficionados esperaban una jugada similar de Florentino, es decir, algunas caras nuevas que devolvieran la ilusión perdida esta temporada. Pero quien ha decidido convertirse en actor protagonista es Joan Laporta. A pocos días para abandonar la escena, el presidente blaugrana ha dado un golpe de efecto cerrando el fichaje de Villa y prácticamente haciendo lo mismo con Cesc.

Laporta ya casi tiene su foto soñada de despedida: dos fichajes extraordinarios y otra Liga en las vitrinas. Mientras, al otro lado del puente aéreo, Florentino reserva sus cartas. Se filtra que Mourinho está firmado y que sólo se está esperando a la celebración de la final de la Liga de Campeones para anunciar su fichaje, pero cuando el Madrid vaya al mercado ya sabrá que dos de las piezas más codiciadas ya no están disponibles.

El último golpe de Laporta afectará a las maltrechas arcas del Barcelona pero más allá de reforzar su plantilla también ha logrado que no lo haga el máximo rival. Ahora sólo queda esperar a la respuesta de Florentino Pérez y su capacidad de sorpresa.

Publicado el 20 de mayo de 2010 a las 16:30.

Bastaron sólo un par de minutos para constatar que los jugadores del Real Madrid no creían en el mensaje que habían lanzado a lo largo de la semana en los medios de comunicación. El Málaga ahogaba la zona de creación blanca y las ilusiones por el alirón se desvanecieron desde el momento en el que Luis Prieto se marcaba un gol en propia meta.

Paradójicamente, parecía que la presión estaba en la cabeza de los jugadores del Madrid. Lejos del escenario soñado, el Barça se divertía ante el Valladolid mientras los de Pellegrini daban una sensación de impotencia preocupante. Papeles cambiados en el último día de la función. La Liga se iba para el Camp Nou.

Sobre el campo, poco reseñable. Cristiano salió dispuesto a echarse el equipo a la espalda y practicamente desapareció cuando Gámez le dio una brutal patada que contó con el beneplácito del árbitro que sólo le mostró amarilla. Higuaín y Guti estaban desquiciados, Xabi desaparecido. Demasiados condicionantes para llevarse los tres puntos. El equipo dio sensación de peligro mientras Van der Vaart tuvo aire. Me pregunto qué hubiera sido del Madrid si el holandés hubiera hecho las maletas el verano pasado.

Pero la Liga ya es ayer y el Madrid ya mira a mañana. Que Valdano salga demandando a estas alturas un debate interno es motivo suficiente para pedir su marcha. Esas líneas se tendrían que haber trazado el año pasado o, en su defecto, hace unos meses. No puede ser que sólo por perder la Liga se haga examen de conciencia. Los problemas ya estaban antes del alirón azulgrana.

Lo más preocupante es que la trituradora se ha encendido. Pellegrini hará las maletas y vendrá otro a sentarse en la silla eléctrica, subordinado a los caprichos e intereses de Florentino y Valdano. Ni siquiera Higuaín parece intocable y sus 27 goles en Liga sólo sirven para que su cotización suba. Definitivamente, esta directiva no ha aprendido nada de los errores de su primera etapa.

Publicado el 17 de mayo de 2010 a las 15:45.

No va más. Este domingo, a eso de las 21 horas, ya tendremos campeón de Liga. El Barcelona depende de sí mismo, y lo más lógico es que firme un cómodo triunfo ante el Valladolid. Por su parte, el Madrid debe hacer los deberes, ganar en Málaga y aferrarse al dato de los 98 puntos para disfrazar otra temporada sin títulos.

Llevamos toda la semana escuchando mensajes de los jugadores blancos en los que se muestra su convencimiento de que el Barça pinchara y ellos serán campeones de Liga. Están en su papel, es lógico e incluso natural, pero hay ciertos detalles a lo largo de la semana que parecen indicar que todos piensan ya en el próximo curso.

Mourinho por aquí, Gerrard por allá; se habla de muchos fichajes, de una nueva revolución, antes que del título de Liga. Mal síntoma porque el Madrid corre el riesgo de perder más crédito. Lejos de lo que haga el Barça, los pupilos de Pellegrini deben salir a ganar a La Rosaleda. No me canso de repetir que unos goles tempraneros de los madridistas y un empate al descanso en Barcelona llevarían los nervios al Camp Nou. Es difícil, pero no imposible.

Con Liga o sin ella, ganar siempre es una exigencia para este club. Unas horas después llegará el momento del análisis y la reflexión. Será el turno para las despedidas y las llegadas, pero eso, repito, será el lunes. El domingo hay una final, o por lo menos así es como deberían tomárselo.

Publicado el 14 de mayo de 2010 a las 16:00.

Las oficinas del Bernabéu echan humo. La ética habla de mantener a Pellegrini y la tentación les acerca a Mourinho. Higuaín quiere un aumento de sueldo, mientras Florentino baraja sus cartas en busca del galáctico que vuelva a llevar las colas al estadio de Chamartín una tarde de verano. La indecisión marca un camino incierto en la entidad madridista en contraposición a los pasos firmes al otro lado del puente aéreo.

El Barcelona está a punto de comenzar un proceso electoral, pero si hay algo que deben agradecer los culés a Laporta es que la entidad, aunque Guardiola y los jugadores también tienen parte de culpa, parece una balsa de aceite. Hay una hoja de ruta marcada y el todavía presidente blaugrana la va a cumplir hasta el último día. Así, Cesc Fábregas y David Villa están muy cerca de llegar al Camp Nou.

Los dos han sonado para el Real Madrid, pero por unos u otros motivos, su contratación nunca ha cuajado. El valencianista es el que más cerca ha estado del Bernabéu, pero primero Calderón (se negó a pagar cinco millones más) y después el arrepentimiento de Llorente frustraron el fichaje. Las malas lenguas hablan también de la influencia de Raúl, vaya usted a saber. Lo único cierto es que el 'Guaje' tiene muchas papeletas para acabar a las órdenes de Guardiola, con todo lo que eso supone.

Algo parecido sucede con Cesc. Es un jugador que encaja a la perfección en la filosofía de juego del Barça pero ha aprendido la lección en la selección española y sabe que con Xavi en plena forma, él tendrá un papel secundario. De momento, ha dado un paso importante pero sin cerrarse la puerta de la continuidad en el Arsenal.

Si estos dos fichajes llegan a buen puerto, el Barcelona habrá dado un gran golpe a Florentino Pérez en el escenario donde mejor se maneja el presidente blanco, el mercado de fichajes. Será difícil que Valdano y compañía se saquen un as de la manga que pueda contrarrestarlo.

Publicado el 13 de mayo de 2010 a las 13:45.

Se viene el final de la Liga que diría un argentino y las dos fechas marcadas en rojo por los seguidores madridistas para que el Barça se dejara algún punto han pasado con más pena que gloria para los intereses del club de Chamartín. Ahora, sólo queda esperar un tropiezo ante el Real Valladolid.

Quien le iba a decir a Javier Clemente, un entrenador que ha comentado en repetidas ocasiones que le han tratado mal en el estadio merengue, que iba a ser objeto de las plegarias de la afición madridista. Pero el técnico de Barakaldo y su equipo no están para mirar favores sino en sacar tres puntos para asegurarse su permanencia en Primera.

Si los pucelanos no se jugaran nada en este partido, nadie dudaría en que se llevarían una goleada por parte de un Barcelona hipermotivado. Ahora, con la amenaza del descenso muy presente y con la ausencia de Xavi, los blanquivioletas tienen motivos para creer... y los madridistas también.

La baza del Madrid reside en una guerra psicológica que debe iniciar en La Rosaleda. Los blancos deben salir a marcar un gol lo antes posible para meter presión al Barça. Si a medida que pasan los minutos se va confirmando el triunfo madridista, los nervios aparecerían en el Camp Nou y el Valladolid podría sentirse cómodo con el empate si Málaga y Tenerife van perdiendo.

Aunque todo esto son simples cábalas y las probabilidades sonríen al Barcelona, el deber del Madrid es creer hasta el último minuto. Eso es lo exigible para un equipo que podría cerrar el año de forma paradójica: ganando en Málaga sumaría 98 puntos que no le bastarían para ser campeón.

Publicado el 10 de mayo de 2010 a las 15:45.